Francia: el refinamiento, la técnica impecable, la baguettes, la corteza muy tostada, el buen pan blanco, el "levain".
Dos fotos del curso de panes franceses: arriba, "fougasse" de aceitunas negras y "pain de seigle", pan de centeno claro; abajo, "petits pains" que cocimos para la comida.
Italia: lo mediterráneo, lo sabroso, las masas muy hidratadas, la "biga", sémola de trigo, aceite de oliva, ciabatta, focaccia, pizza...
Pizza de rúcola con mozzarela de búfala fresca y aceite de olivas negras, "pane pugliese" y "pane toscano" del curso de pan italiano aún en el horno...
... y a punto para llevarse a casa.
Alemania: el centeno, el olor y el sabor agrio de la masa madre de centeno, semillas, granos, cereales, especias, la precisión de las recetas, el pan reposando antes de comerlo.¿No os dan ganas de poneros a hacer pan ahora mismo?


